Sonido de fricción, una chispa, una llama. Aspiro y el tabaco cruje convirtiéndose en ceniza.
Exhalo el humo y lo vuelvo a tragar, una y otra vez. La nicotina me serena, pero las palabras no salen, las busco y no están, han huido.
El cigarro se acaba y las 2 mentirosas palabras, “Lucky Strike”, se burlan de mí, me llaman iluso pero las callo apurando el cigarro. Necesito algo más que un golpe de suerte para encontrar a las forajidas.
Debieron marcharse mientras dormía y ahora ya deben de estar muy lejos, demasiado.
Aprieto el cigarrillo contra el metal y bufa enfadado.
Cierro los ojos y la oscuridad, como un foco, ilumina mi mente, llanura baldía en la que no hay nada, ni palabras ni sensaciones, nada, todo esta vacío. Las fugitivas se han ido acompañadas por todo lo cautivo que había dentro de mí, no me pertenecían se sentían maltratadas.
Echo a andar, tengo que encontrarlas y de camino haré mas prisioneras, pero esta vez será distinto, las cuidare, brotaran de mi de la manera que ellas quieran, sin frenos, sin limites, en color o en blanco y negro, en verso o en prosa, ellas deciden mas no las retendré mucho tiempo, en cuanto se agrupen, saldrán de mi para dar cabida a nuevas palabras, ideas, sentimientos, sensaciones, sea lo que sea, será bienvenido.
